El año 2020 ha sido sin duda extraordinario. Desde una pandemia hasta una agitación política, ha habido muchos acontecimientos que están cambiando nuestras comunidades, nuestro país y nuestra forma de vida. La conducción, las tendencias de tráfico, los hábitos en la carretera y los patrones diarios no son una excepción en este momento extraordinario.
Los patrones recientes en la forma en que viajamos por nuestras carreteras y autopistas están cambiando con respecto a lo que hemos experimentado en el pasado. A medida que avanzamos hacia la segunda mitad de este año significativo, estamos analizando los impactos en las carreteras de nuestro país durante los primeros seis meses y considerando qué impactos pueden estar por venir.
En la primera mitad de este año se han producido cambios en las tendencias de tráfico, como la densidad, las tasas de accidentes, las causas de las muertes y los patrones de transporte por carretera. También hay algunas tendencias de tráfico que han surgido más lentamente a lo largo de los años, hasta llegar al presente, y estamos viendo que estos patrones continúan.
Con las medidas de cuarentena y los cierres por el COVID-19, hemos visto una marcada disminución de la densidad del tráfico en los primeros meses de este año. De hecho, en el Informe de abril de 2020 de la Oficina de Información sobre Políticas de Carreteras del USDOT se puede ver cuánto disminuyó el volumen de tráfico. Texas, como parte del área del Golfo Sur, experimentó la menor disminución en las tendencias de tráfico de todas las regiones, ¡aunque la región aún cayó un 35.9%!
Es comprensible que, con la reducción del volumen de tráfico, se produjeran reducciones en las tasas de accidentes. Sin embargo, una repercusión menos esperada de las carreteras vacías fue que las tasas de exceso de velocidad aumentaron drásticamente. Lo que descubrieron los analistas fue que los conductores que estaban fuera por trabajo esencial o recados en las carreteras relativamente despejadas estaban aprovechando para correr por la ciudad. Esto significó que, si bien hubo menos accidentes, muchos de los que ocurrieron fueron particularmente lesivos debido a las altas velocidades en el momento del impacto.
En el Informe de 2020 de la NHTSA, la organización articuló el concepto del «iceberg de accidentes». El modelo demuestra que por cada muerte en un accidente de tráfico, hay 18 hospitalizaciones y más de 400 lesiones atendidas médicamente. Esto demuestra que incluso un pequeño número de muertes relacionadas con el exceso de velocidad de las que oímos hablar en nuestras carreteras y autopistas es realmente solo la punta del iceberg de la verdadera magnitud de la tragedia de tráfico.
Según el análisis de 2020 de la Asociación Estadounidense de Camiones, en 2017 había 36 millones de camiones registrados y utilizados con fines comerciales. Esta cifra excluía los camiones utilizados para equipos gubernamentales y agrícolas. Incluía 3.68 millones de vehículos de clase 8, incluidos tractocamiones y camiones volquete. En 2017, todos los camiones registrados recorrieron 297.6 mil millones de millas, y los camiones combinados, como los de 19 ruedas, recorrieron 181.5 mil millones de millas. En el mismo informe se publicó que en 2018 había 3.5 millones de conductores de camiones empleados en Estados Unidos.
Según el informe de 2020 de la Administración Federal de Carreteras, el porcentaje de adolescentes que poseen una licencia de conducir ha disminuido de manera bastante constante durante los últimos cuarenta años, aparte de un ligero repunte después de 2014. En 1983, el 46.2% de los jóvenes de 16 años tenían una licencia de conducir, mientras que en 2018, solo el 25.6% de los jóvenes de 16 años tenían una licencia de conducir.
Según los informes de Statista de 2020, en el primer trimestre de 2019, circulaban por las carreteras de Estados Unidos unos 276 millones de vehículos. Será fascinante ultimar las cifras precisas de las tendencias de tráfico del primer y segundo trimestre de 2020 en comparación, en los próximos meses.
Además de los cambios en los patrones de conducción y las estadísticas de los conductores, las industrias relacionadas con el transporte también están experimentando efectos. La industria de los seguros, desde las aseguradoras de automóviles hasta las aseguradoras de atención médica, probablemente experimentará cambios significativos. Ya hemos visto una desaceleración en el procesamiento y la capacidad de respuesta de los peritos de seguros debido a las condiciones de confinamiento y la presión sobre el sistema de atención médica.
Se han pronosticado despidos en la industria y otros analistas se han preguntado si las aseguradoras estarán más dispuestas a negociar de manera justa para operar con rapidez durante este período sin precedentes. El tiempo dirá cómo le irá a la industria y a los clientes.
El sector del transporte por carretera también experimentará cambios durante este período. Desde el aumento de la demanda de bienes de consumo enviados a domicilios particulares hasta el cambio en la demanda de envíos a establecimientos físicos, pasando por la reducción de las medidas de seguridad debido a la emergencia nacional y el apoyo logístico a nuestras instituciones médicas, el transporte terrestre del que dependemos está atravesando grandes cambios en este momento.
Si bien en 2020 se ha producido una desaceleración en muchos sectores, la construcción se ha mantenido más estable. Las mejoras de la ciudad y los proyectos privados continúan y, en algunos casos, se han beneficiado del menor tráfico de los períodos de aislamiento. En algunos casos, este trabajo esencial ha funcionado a un ritmo más rápido debido a menos distracciones y complicaciones derivadas del tráfico y el comercio.
Los accidentes en el trabajo de construcción siguen siendo un riesgo durante este período, ya que siguen existiendo peligros en la obra. La maquinaria y el equipo pesados, las condiciones climáticas, los problemas de visibilidad y, a veces, las condiciones impredecibles pueden contribuir a que se produzcan accidentes y lesiones graves.
Las predicciones de las tendencias de tráfico suelen anticipar un aumento de la actividad peligrosa en las carreteras en la segunda mitad del año. El regreso del tráfico con el inicio de las clases, el ajetreo de las vacaciones y el regreso del mal tiempo al que los conductores deben reajustarse después de los meses más cálidos y templados contribuyen al aumento de los accidentes. El tiempo dirá si estos patrones persisten a medida que nos adaptamos a la «nueva normalidad» de 2020.
Además de las tendencias de tráfico, un sector que puede verse particularmente afectado en la segunda mitad del año es la industria de seguros de salud. Esto podría tener un impacto importante en su reclamo por lesiones personales. Las aseguradoras ya son lentas para procesar los reclamos, demorando el tiempo antes de rechazarlos por completo. Estas tendencias pueden verse exacerbadas por un sistema sobrecargado con los servicios de atención médica prestados para la atención de pacientes con COVID-19.
Una pandemia mundial es claramente motivo de un sistema médico estancado, incluidas las instalaciones, los proveedores y las aseguradoras. Sin embargo, no permita que los eventos sistémicos afecten su situación financiera y su bienestar individual. Asóciese con una firma de lesiones personales con experiencia como Thompson Law para obtener los resultados de liquidación de reclamos que se merece.
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El estatuto de limitaciones para los casos de lesiones personales en Texas es de dos años, por lo que si resultó lesionado en un accidente automovilístico en la primera mitad de 2020 y el tiempo corre para presentar un reclamo, consulte con un abogado con experiencia en lesiones personales. Cuanto antes conozca sus opciones, antes estará en el camino hacia la recuperación y la compensación que se merece.
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